Práctica de Yoga y Eneagrama: secuencia de asanas de Yoga para los 9 eneatipos
Amigo, dime con franqueza: ¿Cuánto tiempo quieres seguir en este estado de
miserable ignorancia y sufrimiento? ¡Despiértate! ¡Rompe tus cadenas! ¡Conviértete
en un yogui!
Sri Swami Sivananda (La filosofía de los sueños)
Somos, como la naturaleza, seres dinámicos. La práctica del Yoga nos permite cultivar esta cualidad innata de nuestro ser. Por muy quietos que lleguemos a permanecer en una postura física el corazón está latiendo, el sistema circulatorio funcionando, los impulsos nerviosos viajando por el cuerpo, la respiración fluye dentro y fuera…
Los movimientos dinámicos permiten al cuerpo abirse más lenta, suave y profundamente. Es un elemento del Yoga que se denomina vinyasa (del sánscrito Nyasa, que significa «santificar», y Vi, «colocar en una forma determinada»). En un Vinyasa la respiración se integra con el movimiento y así se comienzan a desbloquear la coraza corporal y sus defensas.
Ahora bien, los bloqueos corporales están íntimamente relacionados con el caracter. Así lo revela el Eneagrama, una herramienta de autoconocimiento desarrollada por Claudio Naranjo (uno de los tres sucesores del fundador de la terapia Gestalt Fritz Perls en el Instituto Esalen, que desarrolló posteriormente la psicología de los eneatipos a partir del protoanálisis de Ichazo y fundó la escuela de integración pscioespiritual SAT Seekers After Truth «Buscadores de la verdad»).
El Eneagrama nos muestra 9 eneatipos, es decir, 9 tipos de personalidad (egocarácter) que a partir de un «pasión» dominante han desarrollado diferentes «aramaduras» o corazas corporales con bloqueos musculares muy característicos que les desconectan de su presencia esencial.
El Yoga, por su parte, nos ofrece las herramientas que aflojan los «nudos» de una «armadura» que bloquea la esencia (virtud) de cada eneatipo.
Donde pongo mi intención pongo mi atención. Donde pongo mi atención pongo mi energía. Donde pongo mi energía, con el paso del tiempo, los efectos se manifiestan
(aforismo tradicional del hinduismo)
A continuación te propongo una práctica de Yoga y Eneagrama en la que se incluyen 9 posturas físicas (asana) recomendables para cada uno de los 9 eneatipos.
Puedes realizar esta secuencia de forma dinámica (vinyasa) dejándote guiar por el ritmo de tu respiración.
Durante este viaje de asana en asana concédete tiempo para conectar con la virtud de cada eneatipo y así habitar cada postura, dejándote guiar por tu propia intuición.
Igualmente, durante la práctica surgirán obstáculos que son más propios de cada eneatipo (puedes leer más sobre los obstáculos y su correlación con las pasiones de los eneatipos en esta entrada).
- Tadasana (la Montaña). Comenzamos de pie, con las piernas juntas y las manos resposando sobre tu pecho. Distribuye el peso en la superficie de cada pie y luego equilibralo entre ambos piernas. Presta atención a que estás «en» los pies y no «sobre» los pies. Alarga las piernas elevando las rótulas y activando los muslos. Dirige suavemente el cóccix hacia el pubis y desciende el sacro; alarga los músculos abdominales y relaja las costillas. Permite que los omóplatos desciendan y se separen suavemente mientras el esternón se proyecta hacia arriba. Ten la sensación de alargar las clavículas creando espacio entre los hombros. Continúa la extensión del cuello desde la nuca y hasta la coronilla. Mantén la barbilla paralela al suelo y los músculos de la cara relajados. Respira profundamente por la nariz.
En Tadasana el eneatipo 8 puede sentirse presente en su respiración y en su cuerpo, y así pasar del amor al poder al poder del amor. La virtud del eneatipo 8 es la INOCENCIA, que derrumba los prejuicios (de bueno y malo, fuerte y débil, justo e injusto), permite la espontaneidad propia, y enseña a vivir en la ternura y la bondad.
- Parsvotanasana (estiramiento intenso sobre una pierna). Desde Tadasana separa las piernas unos 50cm y vigila que los talones estén en la misma línea. Coloca el pie derecho 90º y el izquierdo en paralelo (y ligeramente hacia el interior); con las manos en la cintura gira el torno hacia la pierna derecha e inclina la columna sobre la pierna delantera hasta alcanzar una línea paralela al suelo; intenta mantener ambas piernas estiradas durante 3/5 respiraciones; evita hiperextender la rodilla de la pierna de delante y/o relajar la pierna de atrás; siente firme el apoyo de las plantas de ambos pies en el suelo, y relaja el cuello y los músculos del rostro. Puedes avanzar hacia la postura completa llevando las manos al suelo (a cada lado del pie derecho) y relajando la cabeza sobre la rodilla durante otras 3/5 respiraciones. Para salir flexiona ligeramente la pierna derecha.
La virtud mas preciada del eneatipo 1 es la SERENIDAD (dejarse en paz a uno mismo y a los demás, y recuperar la confianza en la vida y sus caminos). La serenidad significa para el eneatipo 1 la paz en su guerra interna y la renuncia a su misión de enderezar el mundo según sus principios, normas y exigencias. La serenidad como percepción consciente permite ver al eneatipo 1 la realidad exactamente como es (y no como desea que sea) y aceptarla (así como se acepta a sí mismo), viviendo intensamente la presencia de la bondad de todo y lo sagrado en la vida.
- Virabhadrasana I (Guerrero I). Desde la misma posición anterior de Parsvotanasana flexiona la pierna derecha hasta colocar la rodilla sobre el tobillo, manteniendo el tronco siempre en vertical. Desde una base firme en las piernas extiende los brazos hacia arriba. Al inhalar flexiona los codos abiertos hacia los lados abriendo el pecho; al exhalar vuelve a estirar los brazos hacia arriba. Mantén muy firme la pierna de atrás. Repite este movimiento dinámico entre 3/5 veces.
En Virabhadrasana I el eneatipo 6 domina el miedo y confia en sí mismo, en su propia fuerza interior, en sus propios instintos y corazonadas por encima de lo acertado o no de sus decisiones. La virtud del eneatipo 6, el CORAJE, no es una reacción contra el miedo sino una fuerza real que nace de una profunda conexión consigo mismo (su naturaleza esencial) y con los demás. Su coraje no es ser valiente o demostrar que no tiene miedo sino actuar desde sus convicciones profundas y sus intuiciones liberadas de la angustia, miedos imaginados y ansiedades mentales.
- Utkatasana (la silla). Vuelve a juntar las piernas como en Tadasana (la primera postura), pero esta vez sepáralas al ancho de tus caderas. Equilibra el peso en la superficie de cada pie. Inhala y extiende los brazos hacia arriba alargando los costados. Exhala y flexiona suavemente las rodillas; continúa descendiendo la cadera con el sacro apuntando hacia abajo y con las costillas relajadas. Proyecta el esternón hacia arriba y alarga el cuello mientras relajas los hombros.
En Utkatasana el eneatipo 7 se siente acompañado por la calma, la serenidad y la sensatez. La virtud del eneatipo 7, la SOBRIEDAD, le lleva a darse cuenta de que no está mejor porque se permita todos los placeres, y a conectar con la conciencia del dolor y el vacío.
Vina vinyasa yogena asanadin na karayet –
«Oh yogui, no hagas asana sin vinyasa»
(Yoga Korunta)
- Uttanasana (la pinza). Desde la postura anterior de Utkasana inclina el tronco sobre las piernas llevando las manos hacia los pies (evita esta postura en el caso de hipertensión y/o afección ocular). Entrelaza la manos dentro de los codos y reposa la cabeza en los antebrazos. Ríndete al estiramiento pasivo de la espalda y del cuello gracias a la acción de la fuerza de la gravedad.
En Uttanasana el eneatipo 9 tiene la oportunidad de conectar con su intuición, su mundo interior y los deseos de su corazón. La virtud del eneatipo 9, la ACCIÓN, le permite ser más consciente de lo que realmente no desea y decidir sus preferencias.
- Vrkasana (el árbol). Desde Uttanasa incorpora tu columna vértebra a vértebra. Una vez erguido lleva la atención a los pies y poco a poco traslada el peso hacia uno de éstos. Mantén la pierna de apoyo firme y recta mientras doblas la rodilla de la pierna contraria, rotando el fémur hacia afuera y apoyas la planta de su pie sobre la parte interna del muslo de la pierna de apoyo. Abre y relaja la ingle; desplaza suavemente la rodilla hacia fuera y hacia abajo, los dedos del pie apuntan hacia el suelo. Suaviza el pubis hacia delante y eleva los riñones. Coloca las manos sobre tu pecho.
En Vrkasana el eneatipo 2 reconoce sus propias raíces y habita la senceridad consigo mismo en sus intenciones; puede tomar consciencia de si hay un “dar para recibir” en sus acciones. La virtud el eneatipo 2, la HUMILDAD, tiene que ver con el reconocimiento y la aceptación de los límites de la propia realidad. En su esencia el eneatipo 2 puede sentirse uno más, permitirse acercarse al otro, aceptarlo y reconocerlo como a un igual.
- Utthita Trikonasana (Triángulo extendido). Separa de nuevo las piernas unos 80-90 centímetros; gira los dos pies hacia el lado derecho (uno a 90º y el otro en paralelo o con ligera rotación interna). Mantén las piernas estiradas, coloca los brazos en cruz, inhala y mientras sueltas el aire inclínate el tronco hacia el lado derecho y apoya su mano en la tibia; el brazo opuesto permanece estirado hacia arriba (ambos brazos intentan hacer una línea vertical). Una vez inclinado el tronco puedes mirar hacia la mano que está arriba sino tienes molestias en el cuello. Mantén la postura 3 respiraciones profundas y vuelve al centro con una inhalación.
En Utthita Trikonasana el eneatipo 3 encuentra un lugar donde reconocer los deseos deseos, sentimientos y sensaciones que perdió para ser aceptado. Desde su virtud original, la AUTENTICIDAD, el eneatipo 3 puede ser consecuente con lo que siente sin tener que ocultarse así como confiar en sus propios impulsos.
- Ardha Chandrasana (Media luna). Sigue desde la postura anterior y flexiona la pierna derecha (sobre la que estás inclinado) hasta apoyar su mano en el suelo (o en un bloque o silla). Endereza la pierna derecha (sin llegar a hiperextenderla) mientras elevas la pierna opuesta desde su rotación externa (la rótula mira directamente al frente). Mantén la postura 3/5 respiraciones. Sino puedes mantener el equilibrio ayúdate apoyando la espalda o alguna mano en una pared.
En Ardha Chandrasana el enatipo 4 cultiva el punto medio que le permite aceptar las cosas tal y como son, ya sean el dolor o el gozo, el placer o el dolor. La virtud del eneatipo 4, la ECUANIMIDAD, le lleva a dejar de “estar en guerra” con la vida y su “errores”, equilibrar lo que falta frente a lo que sí hay, y abrirse al agradecimiento y reconocimiento.
- Utthita Parvakonasana (Guerrero horizontal extendido). Al salir de Ardha Chandrasana separa las piernas algo más de un metro; observa que ambos pies están en la misma línea. Comprueba que el pie derecho está girado 90º y coloca el izquierdo hacia el interior. Levanta los brazos a una línea paralela; mantén el pecho y la pelvis abiertos según empiezas a flexionar la pierna derecha. A continuación inclina el tronco de forma lateral sobre la pierna flexionada colocando una mano en el suelo. El brazo de arriba se alarga sobre la cabeza en una línea diagonal con la pierna que está estirada. Si sientes molestias en el cuello evita girar la cabeza y mantén la mirada al frente alargando por igual ambos lados del cuello (No realices esta postura en el caso de lesión reciente de cadera y/o rodillas o si padeces diarrea y/o presión arterial alta).
En Utthita Parvakonasana el eneatipo 5 puede conectar con su virtud más precisada, el DESAPEGO, tanto de la autoimagen (desvalida, necesita protegerse frente al mundo) como de lo material (que ha sustituido a los afectos). El desapego le permite al eneatipo 5 ser espontáneo, mostrar afectividad en sus relaciones, aprender a tolerar sus propios sentimientos sin desconectarse (por sentirse herido), recuperar su presencia física y su energía instintiva, la voluntad y seguridad en sí mismo; además siente una inmensa compasión por los sufrimientos de los demás: está dispuesto a compartir no sólo la riqueza de su mente sino la profundidad de su corazón. Sabe que no tiene que tener miedo a la realidad porque forma parte de ella.
Vuelve a la primera posición de Tadasana (la montaña), y repite la misma secuencia Vinyasa por el otro lado.
Qué asanas son más recomendables para cada eneatipo
De la misma manera que cada eneatipo tiene una estructura psicofísica (coraza muscular) característica hay posturas de Yoga cuya práctica facilita su centramiento e integración.
La práctica de Yoga y Eneagrama (no es necesario que tengas experiencia previa en Yoga pero sí es imprescindible que conozcas tu eneatipo o lo intuyas) incluye:
- Manual descriptivo de tu eneatipo: carácter y morfología.
- Manual de las posturas de Yoga recomendadas para tu eneatipo.
- Video para tu práctica de Yoga.
- Música para inspirarte a ti y a tu práctica.
- Contenidos extra…
Para conocer más detalles sobre cómo empezar tu Práctica de Yoga y Eneagrama accede a este canal de Telegram; contesta y reenvia el escribe sólo la palabra CUESTIONARIO.
Si quieres saber más sobre las conexiones entre el Yoga y el Eneagrama te invito a leer este artículo Práctica de Yoga y Eneagrama.
También puedes leer más sobre los obtáculos de la práctica del Yoga y su correlación con las pasiones de los eneatipos en esta entrada
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*Si quieres conocer los mudras de la triada mental (enatipos 5, 6 y 7) te invito a leer esta entrada.
*Para los mudras de la triada visceral (eneatipos 8, 9 y 1) te invito a leer esta entrada.
*Para los mudras de la triada emocional (eneatipos 2, 3 y 4) te invito a leer esta entrada.
*Si quieres saber cómo las defensas del egocaracterial se manifiestan en la estructura corporal y, más en concreto, en el diafragma te invito a leer esta entrada.